El carbón activo (CA) es una estructura porosa de gran área superficial (entre 600 y 1.800 m2/gr), compuesta prácticamente de carbón puro, que tiene la propiedad de atrapar cierto tipo de moléculas gracias a un fenómeno fÍsico-químico denominado “adsorción”.
Se emplea de forma habitual en procesos de purificación, donde se requiere eliminar uno o varios compuestos de un líquido o un gas.