El uso del carbón vegetal, con características de activación, es reportado hacia el año 1550 AC por los egipcios, como medio para tratar el agua de consumo humano.
El carbón activo (CA) actúa como adsorbente, removiendo del agua elementos indeseables tales como pesticidas, herbicidas o compuestos orgánicos de origen natural que causan color o mal olor y/o sabor.
El uso del carbón activado en la potabilización del agua está ampliamente implementado como la mejor tecnología disponible para la eliminación de compuestos orgánicos indeseables y en tratamientos terciarios de aguas residuales industriales.